No podrás decir nunca que no te gusta mamar, aunque parezca que le haces ascos.
Cuando hay tantas lanzas dispuestas a mancillarte la boca.
Y todos éstos tíos, queriendo follarse tu culo.
No sé qué es lo que estás esperando.
¿Ves qué bien? Ya te están dando por culo.
Y eso que, al parecer, ibas de macho. Ibas de chulo.
Y anda que no te gusta, llenar de semen tu cara.
Por eso sigues mirando, esperando que caiga más.
Y no te cortas ni un pelo, ¿verdad?
Claro, es cierto ¿cómo te vas a cortar?